Cuando 30 años sí son muchos para Bilbao

El proyecto recuerda con la mirada actual el libro que la sociedad público privada Bilbao Metropoli 30 publicó en 1993 bautizado como Ria de Hierro. En el mismo se recogía entonces el trabajo de seis profesionales, todos hombres, que plasmaron en imágenes, todas en blanco y negro, el declive que presentaba entonces la comarca que acababa su era industrial y encaraba el futuro con dudas. Una colección que se convirtió en exposición que se presentó en varios lugares del Estado y Europa.

Ahora, la misma entidad, con la colaboración de Metro Bilbao y la propia pinacoteca, ha querido retomar el objetivo de aquella publicación pero de la mano de tres profesionales femeninas y con el propósito de aportar una visión de la evolución de la ciudad y su comarca.

En la presentación ha participado, el consejero de Cultura del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, como presidente del patronato del museo, el cual ha destacado la muestra "es menos documental y más artística" y ha recordado como "las imágenes del libro Ría de Hierro realmente dolían". De todas formas también ha mirado al futuro diciendo como "todavía hay muchas zonas que durante los próximos 30 años van a tener también una evolución espectacular". 

Por su parte, Idoia Postigo, directora de Bilbao Metropoli 30 ha destacado como la creatividad de las tres fotógrafas "fortalece el sentimiento de pertenencia metropolitana" y ha puesto en valor la mirada femenina de las autoras.

Una sala para cada una

Porque, como ha dicho el comisario de la exposición, Ramón Esparza, se ha buscado expresamente el trabajo femenino a la hora plasmar la actual realidad de la metrópoli y contrastar miradas con los compañeros de hace tres décadas. Esparza, que también fue el responsable de la muestra realizada hace 30 años, ha desgranado las fórmulas de trabajo y los diferentes puntos de vista de los trabajos de Corinne, Vanessa y María. Cada una ocupa con su obra tres salas del Museo de Bellas Artes y se notan las diferencias.

Vionnet aporta la propuesta más radical ya que ha realizado su obra sin visitar Bilbao. Sus imágenes recogen más de 200 instantáneas superpuestas recogidas en las redes sociales y publicadas por los visitantes de la villa y su entorno. El Guggenheim, la torre Iberdrola, el Puente Bizkaia o el de San Antón se muestran de forma totalmente diferente. La fotógrafa franco suiza también ofrece una segunda serie de fotos que muestran la fragmentación de los encuadres y su efecto en las composiciones y los observadores. En total, su trabajo suma 23 imágenes.

Por su parte, Vanessa Winship, "se va al otro lado del péndulo" con su 23 imágenes, según Esparza, para mostrar la poesía de lo cotidiano en la ciudad con instantáneas que ofrecen retratos y escenas de gran sensibilidad tomadas en las calles y también en el interior del propio Museo de Bellas Artes. Destaca también el friso de 12 fotos tomadas en una estación del metro de Bilbao donde se ve la actitud de los viajeros antes de tomar el tren.

Finalmente, la vitoriana María Azkarate, nos muestra en sus 23 fotografías con su visión también de arquitecta, la nueva imagen de una metropoli que "nunca es perfecta del todo porque siempre hay algo que hacer en una ciudad que está en continua transición", ha asegurado el comisario. Buena muestra de ello son varias instantáneas en la isla de Zorrotzaurre, un sencillo brote de hierba en un intersticio del suelo en el exterior del Guggenheim o un interior del BEC en plena faena de montaje previa a la inauguración de una feria.

Las propias artistas han explorado ante sus obras los entresijos y generación de su trabajo aportando otro nivel al conjunto de la muestra. El Museo de Bellas Artes abre al publico en general la exposición este miércoles y la mantendrá abierta hasta el 15 de octubre próximo.